martes, 7 de marzo de 2017

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Como dije, ¡me he mudado! Esta página me permite llevar más proyectos a cabo que la que antes usaba.

Por no usarla quiere decir que no se pueda visitar así que esta es la dirección: http://buscando-el-orden.webnode.es/ 

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domingo, 5 de marzo de 2017

Roma en dos días

Viajar es fantástico y más aún cuando lo haces en buena compañía.

¿Visitarías dos veces el mismo lugar? Yo sí. Y sin duda uno de los lugares a los que volvería sería a Roma.

Se trató de una visita exprés: consistió en ver la ciudad en dos días, un fin de semana. Menuda locura. Esta locura seguro que todos quisiérais cometerla, no me cabe duda de ello.

Se vive cada momento con más intensidad: desde el hacer la maleta el día anterior hasta coger el vuelo de vuelta. Y es que no disponíamos de mucho tiempo para tanto arte y monumento. Absolutamente cada rincón de la ciudad era apreciado.

He de decir que sus calles no destacan por estar impolutas ni nuevas, de hecho, la mayoria de ellas eran todo lo contrario.
Si hubiera hecho mi examen de conducir en esta ciudad hubiese aprobado a la primera, y es que las normas están para saltárselas, ¡y esto lo llevan por bandera los italianos!

Si damos un salto 2000 años hacia atrás vemos que Roma y sus habitantes no han sido siempre tan... ¿locos?, ¿descuidados?... no encuentro un término para definirlos porque realmente, a pesar de lo anterior, todas las personas de esta ciudad mostraban una gran sonrisa y eran muy serviciales, no podemos calificarles de nada malo.
Volviendo al pasado, o al menos observando lo que queda de el ahora, resulta increíble imaginarse los miles de años que tienen los monumentos, las pinturas y cualquier obra de arte que esta ciudad nos regale.

Es imposible poder apreciar todo detalle de una pasada con la mirada. Es todo tan perfecto, tan enorme y tan lleno de arte que es necesario mirar dos veces para ver alguna pequeña parte de lo que tenemos delante. Bueno, delante, detrás, arriba, abajo...¡ de lo que nos rodea!

Yo he vivido esos dos días enamorada de los techos y fachadas de los monumentos.
Más de una vez perdí el equilibrio de dar vueltas sobre mí misma y mirando hacia arriba: desde el Vaticano, donde cada rincon está lleno de pinturas y grandes figuras, hasta en el centro de la antigua ciudad, donde era imposible ver la cara de la fachada de un monumento si no te alejabas algunos cuantos metros.
Volviendo a los techos, se trataban de estructuras con forma de bóvedas, empezando por una grande de la que partían otras cada vez más pequeñas conforme aumentaba la altura del techo de la sala. Cada uno de los rincones de éstas, y de absolutamente todas y cada una de ellas estaban pintadas o decoradas minuciosamente cuidando hasta el último detalle. Es de admirar el gran trabajo.

Y si nos fijamos en las "fachadas'' de los monumentos, resulta increíble cómo siguen en pie y con los detalles definidos  y las letras en lo más alto de la misma. Daba vértigo de imaginarse a alguien escribiendo en lugares a los que hoy costaría llegar.

Por unos momentos podías imaginarte la vida que llevaban las personas en esta ciudad hace unos dos mil años y de repente parpadeabas y veías delante de ti a un montón de personas fotografiando cada rincón que te rodeaba. Regresabas al futuro una y otra vez. Dabas saltos en el tiempo ante cualquier escultura, monumento o pintura. Es una sensación inexplicable y muy agradable. Parecías volar sin dejar de tocar el suelo.


Confieso que en esta ciudad mi amor por los helados aumentó considerablemente... 💚 


Roma desprende inspiración y energías maravillosas.



Ya entiendo por qué todos los caminos llevan a Roma. ¿Quién no querría volver?















viernes, 3 de marzo de 2017

¡ME MUDO!

Como los cambios nunca -o casi nunca- son para mal, yo he hecho uno en mi blog.
De hecho se trata de uno nuevo -no nuevo del todo porque está basado en el anterior, del que dejaré la dirección-.
 
El diseño es provisional... no me termina de gustar...
 
 
Vamos a tratar nuevos temas y a darle un pequeño giro al blog. Estos temas van a ser muuuuuy variados y diferentes unos de otros: muy personales, muchas reflexiones, experiencias... todo lo que se me ocurra...
 
¡Manos a la obra!